Muerte Carlos Acevedo desaparece una pluma inquebrantable del periodismo nacional

PUERTO PLATA.-A la edad de 78 años falleció el veterano periodista, locutor, cronista deportivo y destacado escritor puertoplateño Carlos Acevedo (Chalito), quien expiró luego de ser intervenido quirúrgicamente en una clínica privada en la ciudad Santiago, tras sufrir un derrame cerebral mientras dirigía un culto en la iglesia cristiana donde se congregaba.

Horas antes de sufrir ese percance de salud que acabaría su existencia física, Don Carlos Acevedo, cuyo pensamiento y fina pluma honraron de manera excepcional el ejercicio del periodístico local, regional y nacional, realizó lo que fue su última presentación del programa “Haciendo Historia” por el TV Plata Canal 3 de esta ciudad.

Acevedo quien nació en “La Novia del Atlántico” el 5 de junio del 1939, inicio su dilatada carrera en el periodismo exactamente en el 1963 cuando el entonces director del periódico El Caribe; Germán Ornes, requirió su presencia para laboral en la redacción de ese medio por lo cual debió salir de Puerto Plata hacia Santo Domingo.

A pesar de que ninguno de sus antepasados le interesó la actividad informativa, Carlos Acevedo afirmó que llevaba el periodismo en la sangre desde su nacimiento, estudiando por correspondencia en una escuela llamada Difusora Panamericana donde se graduó de técnico en periodismo, pero cultivó su intelecto mediante la lectura además de numerosos cursos y seminarios formativos.

En el periódico El Caribe, Acevedo recibió un trato considerado donde le pagaban 4 centavos la pulgada y dos pesos por la fotografía publicada, mientras que en su tierra natal se inició en la desaparecida emisora La Voz de La Libertad, específicamente en el noticiero Radio Boletín Informativo que en el 1963 fue el primer ejercicio de periodismo radial en Puerto Plata después de la muerte de Trujillo.

También en el 1970 trabajó en periódico Listín Diario bajo la dirección de Rafael Herrera, siendo enviado a Venezuela a cubrir las honras fúnebres del novelista y político Rómulo Gallegos Freire, donde en la casa mortuoria del autor de “Doña Bárbara”, un hijo del fenecido escritor le pregunto: ¿Usted viene de Maracaibo? Pero sin inmutarse, Acevedo con su peculiar sonrisa le dijo que venía del país más grande de la tierra que es República Dominicana.

Fue fundador de varios medios de comunicación, entre ellos, El Diario de Puerto Plata, Revista De Plata y Revista Pulso Electoral, pero además le cupo la honra de iniciar en 1985 como director en la etapa del renacimiento del periódico El Porvenir; decano de la prensa puertoplateña, pero además fue redactor de Radio Comercial, director de prensa de Radio Diamante y de Puerto Plata Televisión, siendo miembro del primer equipo de prensa de Telecentro canal 13.

En el libro “El otro Periodismo, el de provincias” de Oscar López Reyes, aparece una interesante reseña de la vida periodística y de escritor de Don Carlos Acevedo, ya que fue el autor de más de quince libros desde el 1968 hasta la fecha debido a que tenía en carpeta publicar dos obras literarias sobre astronomía y las andanzas del pirata Roberto Cofresí por las costa caribeñas específicamente sobre la leyenda de que el célebre personaje nacido en Puerto Rico y de origen alemán, enterró varios tesoros en las costas de Puerto Plata.

Don Carlos Acevedo expiró en Santiago mientras se encontraba ingresado en el Centro Médico Cardiovascular Renal del Cibao, por lo cual su partida hacia la eternidad llena de luto al periodismo del país.

Chalito como le llamaban sus seres queridos y amigos cercanos, murió en la humildad, sin abundancia en posesiones  ni bienes materiales, pero murió rebosado de una invaluable y envidiable riqueza, la cual si pudo llevarse consigo, que fue la del ejercicio de su profesión «el periodismo» apegado a la ética y los valores que ésta conlleva, como bien resaltó una señora en el sepelio al momento que se realizaba el panegírico diciendo; «Don Carlos nunca vendió su pluma», por lo que será recordado y honrado siempre como un periodista a carta cabal.

Dios acoja en su morada y dé el descanso eterno a quien en vida se llamó Carlos Acevedo (Chalito).